L
a industria de la alta joyería ha evolucionado para responder a las exigencias del siglo XXI, donde la trazabilidad, la ética y la sostenibilidad son factores clave en la percepción del lujo. En este contexto, marcas como Chopard han asumido un papel pionero al garantizar que cada gema utilizada en sus creaciones tenga un origen verificable y responsable.