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En un momento donde las colaboraciones entre marcas se han convertido en faros creativos para la industria de la moda, la unión entre Ballen y Punto Blanco destaca por su profundidad simbólica y estética. Esta alianza no solo es tendencia por su sofisticación, sino por lo que representa: el retorno al origen como una forma de evolución. Bajo el lema de transformar nuestras raíces en diseño, ambas firmas lanzan una colección que exalta la herencia artesanal y la biodiversidad colombiana a través de materiales nobles como el cuero, la gamuza y la tagua, una semilla ancestral de recolección sostenible.
Un bolso inspirado en la hamaca: símbolo del descanso como lujo
El corazón de esta cápsula es una cartera de silueta envolvente, inspirada en la forma de la hamaca: emblema de bienestar, pausa y contemplación. El diseño, uno de los best sellers de Ballen, ha sido reinventado en tono chocolate y con texturas de cuero y gamuza ultrasuave, pensada para una mujer contemporánea que valora tanto la funcionalidad como la sofisticación. La tagua reemplaza los herrajes metálicos, reafirmando el compromiso con el lujo natural y la sostenibilidad consciente.
Cinco charms botánicos: un homenaje a la flora colombiana
Como un guiño a las siestas en medio del trópico, la colección incluye cinco charms en forma de flores y frutas que habitan los paisajes húmedos de Colombia. Cada uno fue elaborado artesanalmente en cuero napa e inspirado en especies con una carga simbólica profunda:
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Borrachero (Brugmansia arborea): guardián de lo oculto y la conexión ancestral.
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Asaí (Euterpe oleracea): símbolo de energía y abundancia.
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Cayena (Hibiscus rosa-sinensis): reflejo de lo expansivo e infinito.
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Flor de Mayo (Cattleya trianae): ícono de la belleza efímera.
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Heliconia (Heliconia rostrata): representación de la calma entre el caos.
Estos accesorios no solo embellecen, sino que narran un relato de identidad y territorio, convirtiéndose en amuletos de estilo y memoria.
Diseño colombiano con propósito
Para Punto Blanco, esta colaboración fue una manera de explorar nuevas formas de lujo: aquellas que no necesitan ostentación, sino intención. Ballen, por su parte, reafirma su vocación de crear piezas que conectan lo artesanal con lo contemporáneo, lo local con lo universal.
Desde hace doce años, la firma fundada por Ricardo Ballen y Carina Ospina ha sido pionera en la exploración de materiales naturales, siluetas atemporales y procesos colaborativos con comunidades artesanas. Este nuevo capítulo, junto a una de las marcas más reconocidas del país, es una confirmación del poder que tiene la moda para contar historias con belleza, verdad y profundidad.
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